~ No he sabido poner las entradas más antiguas al principio de la página... así que para leerlo en orden, de abajo para arriba ~

27 jul 2012

--> ¿Retos?

-Pues ya que no te disgustan del todo... ¿Qué te parece si te paso a buscar esta tarde?.-Ha propuesto Shibata-kun mirándome con esos ojazos que él tiene.
-¿Est... Esta tarde?.-He preguntado con nerviosismo.-Sí, vale. ¿Por qué no?
-Bueno, si prefieres, podemos quedar en el centro... o lo que sea. Dame tu número, anda.-Ha contestado pasándome un trozo de papel.
He tomado un lápiz y he escrito mi teléfono.
-Ahí tienes.-He replicado devolviéndoselo.
-Gracias, Tsukioka.-Ha dicho tras guardarse el papel en el bolsillo de los pantalones.
-Y... ¿Qué vamos a hacer?.-He preguntado algo intrigado.
-Retos... ¿no?.-Ha contestado el chico levantando una ceja.
-Mmm..., vale. (suspiro).-He dicho no muy convencido.
-Te llamaré.-Ha advertido.
-Ebi, ¿te apet...?.-He tratado de decir a mi otro compañero.
-Tchsssss...-Ha interrumpido Ebi pidiendo que no le molestara.
-No hay quién hable con él durante las clases.-Ha explicado Shibata-kun apoyando una mano sobre mi hombro.-¿Todavía no te has dado cuenta?
-Ya... ya veo..-He contestado volviendo a mirar a Ebi durante un instante.
-Hmmm... ¿Hay algo que quieras saber sobre mí?.-Ha preguntado el rubio haciéndose notar.-Puedes preguntarme lo que quieras.
-Pues no sé... Esta tarde te preguntaré.-He contestado perdiendo la oportunidad.
-¡Está bien!. Yo también te preguntaré. Me encantaría conocerte más a fondo.-Ha exclamado acariciando mi cabello.
-Deberíamos atender un poco... Como empiece así, no voy a enterarme de nada durante todo el curso.-He replicado para que el chico dejara de hacer planes sin mi permiso.
-Aburrido.-Ha dicho sin más, y se ha puesto a hacer caso a la profesora, al igual que Ebi y yo.
La siguiente clase ha transcurrido igual que la primera. Shibata-kun y yo hemos compartido alguna conversación, pero Ebi pasaba de nosotros.

26 jul 2012

--> Ocultando cosas

Al igual que el día anterior, Ebi no ha hablado conmigo durante toda la clase. Pero esta vez tenía a Shibata-kun, con quien he podido hablar bastante.
-Tsukioka, ¿por qué no me cuentas algo de ti?.-Ha preguntado el chico por lo bajo para no molestar al resto de la clase.
-¿A... algo de mí?.-He contestado con otra pregunta al no saber qué decir.-¿Como qué?
-Hmm... no sé.-Ha dicho Shibata-kun mientras jugueteaba con mi pelo.-Cosas que te gusten, por ejemplo.
-Pues... me... me solía gustar salir con mis amigos, pero...-Trataba de decirle algo, pero las palabras no salían de mi boca. No sé si sería por miedo a contarle mi secreto, o porque me había perdido en la mirada del chico de tal modo que había acabado paralizado.
-¿Pero...?-.Quería saber él
-¿Pero? ¿He dicho pero? haha, no. quería decir... tan solo eso. que me solía gustar salir con mis amigos.-He contestado tratando de salir de aquella situación.
-Ya veo... ¿y qué hacías cuando salías con tus amigos?.-Ha preguntado nuevamente.
-Yo... Esto... ¿Qué haces tú con tus amigos?.-He cambiado de tema alejándome un poco de Shibata-kun y acercándome hacia Ebi sin que se notara.
-Depende de lo que nos apetezca hacer.-Ha contestado Shibata-kun acercándose a mí otra vez.-Pero... la verdad es que siempre me gusta decidir a mí.
-"¿Este tío es el jefecillo del grupo? Bueno... Qué me extraña, si es super popular en el instituto, también debe serlo entre su grupo de amigos".-Pensaba a la vez que afirmaba con la cabeza haciéndole entender  al chico que me parecía bien.
-Me haces gracia... se te ve tan tímido...-Ha comenzado a decir Shibata-kun. No sé si trataba de halagarme o tan solo burlarse de mí.
-¿Me... presentarías a tus amigos algún día?-He preguntado retomando la conversación.
-Sí. Pero antes debes contarme qué más cosas te gustan.-Ha contestado tratando de conocer más acerca de mí.
-Hmmm... Me gustan los batidos, leer,... Nada fuera de lo común. También me gusta...-He comenzado a decir hasta que Shibata me ha interrumpido.-
-¿Y te gustan los retos?.-Ha preguntado con una sonrisa burlona.
-¿Los retos? pues... no sé. Depende creo yo.-He respondido tratando de fingir que sabía de qué hablaba.
-¡Guay!.-Ha exclamado al oír mi respuesta.
-"¿No querrá proponerme algún reto? Espero que no. ¿Por qué he tenido que decirle eso...?".-Me decía a mí mismo tras haber visto su cara de malicia.

25 jul 2012

--> Un nuevo día

Cuando he despertado, ya había amanecido. ¿He dormido toda la tarde y toda la noche?
Bueno. Después de la sorpresa, he tomado el desayuno mientras mi madre estaba dormida, me he preparado, y me he dirigido hacia la calle.
-¡EBI!.-He gritado al ver al chico justo en frente de mí.-No... no esperaba que fueras a venir de verdad.
-Siempre cumplo lo que me propongo.-Ha contestado entre risas.
-Pero no tenías que molestarte... Tu casa está más cerca del instituto...-Trataba de convencer.
-¡Vámonos!.-Ha propuesto el chico agarrándome del brazo y tirando de él.
-Ya, ya voy.-He afirmado mientras apartaba su mano y comenzaba a caminar.
La verdad es que no me he enterado de lo que me iba contando por el camino. Se le veía a Ebi muy emocionado, pero yo solo podía pensar en cómo iría mi segundo día, si iba a volver a hacer algo mal, si podría hablar de nuevo con ese chico popular... ¿Cómo se llamaba? ¡Ah, sí! Shibata-kun. Tenía muchas ganas de verle otra vez.
Al fin llegamos al instituto. He entrado en el aula junto con Ebi, y nos hemos sentado en nuestros pupitres.
-Tsukioka, ¿Ya conoces al resto de compañeros?.-Ha preguntado señalando a un grupo de chicos.
-Eh... no, no. Solo he hablado con... Shibata-kun y contigo.-He contestado algo nervioso.
Nada más mencionar su nombre, Shibata ha aparecido por la puerta de la clase. He podido sentir su fragancia antes de verle. tiene un olor tan... hmmm... no podría describirlo. Sin embargo, Ebi huele a... ¿gambas? Vale, no. Estoy bromeando. El aroma de Ebi me recuerda al algodón de azúcar.
Las chicas han empezado a rodear a Shibata-kun y a saltar a su alrededor al igual que la vez anterior.
No ha tardado en llegar una profesora, y todos han vuelto a sus respectivos pupitres, menos Shibata-kun. Éste, ha cogido una mesa, y la ha puesto a mi lado.
-¡¿Shibata-kun?!.-He dicho extrañado mientras contemplaba sus ojos con detenimiento.
-¿Puedo sentarme aquí?.-Ha preguntado el chico sonriendo amablemente.
-¡Claro!.-He contestado con alegría al sentir que no solo tenía un amigo.
-¿Estás seguro?.-Ha susurrado Ebi en mi oído.-¿No te arrepentirás después?
-Hahaha. Supongo que no.-he respondido a la pregunta de Ebi en un tono más elevado al que había usado él-
-Tsukioka... ¿Quieres que comparta mi libro contigo?.-Ha preguntado Shibata-kun acercando su libro a mi mesa.
Hacía tiempo que no me sentía tan bien. ¡El segundo día de clase era incluso mejor que el primero!


/Y otro dibujín. Ya conocemos a los tres personajes principales, ¿Con cuál os quedáis? Advierto que Shibata-kun es mío ¬¬ si alguien lo quiere... que vaya sacando las garras ^w^/

24 jul 2012

--> Hora de comer


-Tsukioka, ¿qué tal tu primer día?, ¿lo has pasado bien?, ¿has conocido mucha gente?, ¿has hecho algún amigo ya?, ¿qué tal son los profesores?, ¿te han dicho algo por llegar a mitad de trimestre?, ¿has aprendido muchas cosas?, ¿has sabido llegar bien al instituto?,...-Ha empezado a preguntarme mi madre en cuando ha oído la puerta de casa.
-No me interrogues así. No eres una detective.-He ordenado mientras apartaba a mi madre del medio y pasaba al interior de la casa.
-Oooooh... estás cansado, ¿verdad?.-Ha dado por sentado.-Siéntate en la mesa, que ahora te sirvo la comida.
-Ya voy, mamá.-He contestado en un suspiro dejando la mochila encima del sofá.
Ella seguía murmurando preguntas mientras servía la comida, pero he hecho caso omiso a lo que decía. Yo solo quería descansar.
-E... Ebi...-He susurrado cuando he visto mi plato.
-¿Te pasa algo, Tsukioka? ¿Ya no te gustan las gambas? Siempre han sido una de tus comidas favoritas. por eso las he preparado.-Ha dicho mi madre al ver cómo ponía las gambas a un lado del plato.
No he podido evitar reirme.
"¡Ebi me persigue!" Pensaba mientras continuaba retirando las gambas.
-¿No ha ido bien tu primer día...?.-Preguntaba mi madre con cara de preocupación.
-No es eso. No te preocupes.-He contestado con una falsa sonrisa en mi rostro.
Cuando hemos terminado de comer, he subido a mi habitación con la mochila, y me he puesto a hacer la tarea que nos habían mandado. La verdad es que el nivel no es mucho más alto que el que teníamos en Osaka.
Al acabar los deberes, me he lanzado sobre la cama para descansar. No podía sacarme de la cabeza que Ebi me había besado la mejilla. No es que sea muy extraño, pero... nos hemos conocido hoy (suspiro).
Finalmente me he quedado dormido. Estaba agotado. He dormido tanto, que ni siquiera me he despertado para cenar.

23 jul 2012

--> Al fin en casa


Cuando hemos llegado a la puerta de mi casa, Ebi y yo hemos estado hablando un poco.
-¿Quieres que vayamos juntos a clase mañana? o... Podemos salir algún día.-Ha propuesto el chico emocionado.
-Estaría bien... sí.- He contestado alegremente.
-¡Qué bien que te guste mi idea!.-Exclamaba el chico mientras acariciaba mi cabello.
-Y... Gracias por acompañarme, Ebi.-He dicho ruborizándome.
Cada vez que pronunciaba su nombre se me venía a la boca ese sabor de las gambas... no podía evitarlo, pero de verdad me daban ganas de darle un mordisco. Por suerte, he sabido contenerme.
-Bueno... y ¿hay alguna razón específica por la que te hayas venido a vivir a Fukui?.-Ha preguntado Ebi dejando su mochila en el suelo. supongo que tendría ganas de que conversáramos un rato más
-Hmmmm...-No sabía qué responder. No podía contarle mis problemas a un chico que apenas conocía.
-¿No la hay?.-Volvió a preguntar Ebi.
-No... (suspiro) Digamos que no...-He respondido al fin.
Tan solo quería que no me hiciera ese tipo de preguntas. Solo conseguía deprimirme.
-Perdona si te ha molestado... Solo quería conocerte mejor. No volverá a suceder.-Ha tranquilizado el chico.
Nada más decir eso, el chico me ha dado un beso en la mejilla. ¿De qué iba? Ha sido algo... raro. No me lo esperaba.
-¡EBI!.-He gritado.
El chico me ha mirado extrañado, pero no he sabido qué decirle. Estaba demasiado sorprendido.
-¿También te ha molestado eso? No era mi intención, Tsukioka...-Se ha excusado el chico apartándose de mí.-Creo que te he cogido confianza demasiado rápido.
-No... es eso.-He contestado negando con la cabeza.
Si cuando digo que soy un idiota es porque SOY UN IDIOTA!! ¿Por qué reacciono de ese modo siempre?
No puedo decir que no me haya gustado...
-Perdona, Ebi...-Me he disculpado al fin sin poder mirarle a los ojos.
-No... pasa nada. Mañana te vengo a buscar. ¿Sí?.-Ha contestado en un tono completamente diferente. Esta vez estaba super animado.
-¡Sí, claro!.-He exclamado con una sonrisa mientras recogía su mochila del suelo y se la ofrecía.
Ebi ha tomado su pertenencia y se ha ido sin decir nada más. Mientras se alejaba, he podido comprobar cómo se giraba un par de veces mirando atrás. Le he hecho un gesto con la mano, hasta que al final ha desaparecido al cruzar la esquina de la calle.



/Otro dibujillo. Me dan ganas de llevarme a Ebi a casita conmigo *¬*/

22 jul 2012

--> Volviendo a casa



Finalmente ha vuelto a sonar el timbre. Esta era la última vez que iba a hacerlo en todo el día, porque ya era hora de ir a comer. La mañana ha transcurrido con normalidad, pese al pequeño descuido que he tenido. He conocido a dos chicos... y además incluso uno de ellos me ha acompañado a casa.
-¿Por dónde vives, Tsukioka?.-Ha preguntado el chico mientras se echaba la mochila a la espalda.
¡Bien! Ebi ya no pasaba de mí. Será que no le gusta hablar durante las clases para enterarse bien de todo.
-Pues... yo... mmm...-He dicho tratando de recordar el nombre de la calle.-Soy idiota. ¿Cómo se me ha podido olvidar?
Ebi ha empezado a reirse al oír aquello.
-No. No eres un idiota. Es normal que se te haya olvidado. Demasiada nueva información en un día, ¿no?.-Ha contestando tratando de animar.
-Va...vayamos por donde he venido esta mañana.-He propuesto mientras recordaba el camino por donde había ido al instituto por la mañana. No sé qué habría hecho si careciera de sentido de la orientación.
He acelerado un poco el paso tratando de llegar cuanto antes. Me sentía muy avergonzado y no quería volver a meter la pata.
-¡Tsukioka, no vayas tan rápido.-Decía el chico tratando de seguirme.
-¡Alcánzame, Ebi!-He exclamado mientras me ponía a correr para que éste me siguiera el juego.
Ambos reíamos mientras nos acercábamos corriendo hacia mi casa.
-¡Te tengo!.-Ha afirmado Ebi cuando ya había logrado agarrarme del brazo.
-Hacía tiempo que no corría tanto. (suspiro). ¿Aún quieres seguir corriendo?-He preguntado al ver que todavía quedaba un ratillo hasta llegar a casa.
-¡Sí, sí! ¡A ver si puedes conmigo!.-Me retaba el chico mientras corría por aquella calle principal.
La verdad es que Ebi corre bastante rápido, pero he conseguido alcanzarle en menos tiempo que el que había tardado él en pillarme a mí.
Hemos estado sin hablar el resto del camino. En parte supongo que era por el cansancio.

21 jul 2012

--> Las últimas clases del día



Cuando me he sentado en mi pupitre, he notado cómo Shibata-kun me lanzaba alguna que otra mirada, pero he fingido no verle.
La profesora ha llegado en un par de minutos, y tras dar los buenos días a la clase, se ha puesto a repasar lo que, supuestamente, habría explicado el día anterior.
-Ebi. ¿Aquí todos los profesores tienen prisa? haha.-He preguntado al ver que ningún profesor se molestaba en perder el tiempo.-Ebi...
El chico había dejado de prestarme atención.
-Ebi...-Seguía llamando al sentirme ignorado.
Se ve que no tiene muchas ganas de hablar durante las clases.
La clase se estaba haciendo muy pesada al no mantener ninguna conversación con mi compañero, así que he dirigido la mirada hacia Shibata-kun. El chico se daba la vuelta de vez en cuando, y, mientras me miraba, sonreía abiertamente.
"¿Cómo puede... ser tan mono?". Decía para mis adentros sin poder desviar la mirada de su rostro.
Aunque la verdad es que tiene pinta de ser un poco chulo. Lleva varios piercings, y por su forma de hablar parece que se cree... como superior. Sí, eso! Se cree que está por encima de los demás. Al menos eso me ha dado a entender cuando me he topado con él en el descanso... Bueno. De todos modos... las apariencias pueden engañar. Mejor no sacaré conclusiones precipitadas de cómo son las personas.